Apertura o Libertad: reseña de una involución
El presente artículo busca indagar sobre la tendencia de los modelos abiertos, revisaremos sus características generales y ofreceré un nueva posición para contrastar dos modelos aparentemente iguales: El Software Libre y el Código abierto (muchas veces incluso, citados como sinónimos).
Iniciaremos por indagar y echar luz sobre algunas concepciones vinculadas a los (aparentemente) nuevos movimientos sociotécnicos, ciertas tendencias corporativas principalmente en el mundo de Internet y la informática que se caracterizan por estar enmarcadas en los llamados “modelos abiertos”.
Intentaremos responder si esta tendencia responde a las necesidades sociales o si en cambio, se han dejado de lado estas cuestiones y únicamente prima el interés privado-comercial. Vivimos tiempos donde surgen nuevas modalidades y experiencias en los campos interactivos, muchos de estos enmarcados en una filosofía pujante de “apertura”.
Encontramos con más frecuencia espacios en la red dónde nuevas metodologías comienzan a tomar forma. La aparente “apertura” de los espacios creativos, de negocio y del arte prometen posicionar al usuario como protagonista central, no solo como consumidor sino también, aveces como productor o intermediario.
Web 2.0: El auge del segundo renacimiento
El auge del Segundo Renacimiento de la red, popular y académicamente denominado tiempo de la “Web 2.0” aparece como el punto de inflexión. En muy pocos años hemos cambiado nuestra experiencia como internautas: donde antes solo se podía navegar hoy se puede construir.
Se dice que esa “apertura” y surgimiento de nuevos modelos de negocio es una evolución-reacción de los antiguos esquemas pseudo-interactivos y centrados en el control-producción-distribución única. El resultado es conocido y hasta cotidiano: grandes corporaciones brindando servicios de “calidad” antes impensados y nutriéndose del uso que concentran sus servicios.
La denominada “apertura” a traído consigo una fiebre (quizás no tan aguda, pero en incremento) de negocios y servicios virtuales diseñados bajo una refundada lógica (la cual pretende demostrar que se puede aun innovar, crear nuevos estándares de calidad y ganar dinero) sustentada en las nuevas posibilidades de Internet (la ya mencionada Web 2.0).
Los ejemplos son muchos, pero existe sin dudas un referente más que obvio: Google, y claro, su gran número de servicios asociados: Gmail, YouTube, Google Videos, etc. Resultaría innecesario profundizar en las características particulares de los servicios de Google, en parte porque son bien conocidas por el lector y por otro lado, escaparían a los fines del presente artículo.
Apertura: las ingeniosas implementaciones en la Red
Los mencionados nuevos servicios, aparentemente milagrosos parecen sostener la tesis de que es posible brindar servicios con prestaciones mayúsculas sin detraimiento de lo usuarios comienzan a ser moneda corriente en los espacios de Internet, la competencia entre servicios parece, más que nunca, estar regulada por el mercado y las prestaciones ofrecidas.
De todas formas el verdadero sentido de la apertura se encuentra en las nuevas posibilidades e ingeniosas implementaciones en la red. El servicio de “broadcasting audiovisual” explotado por YouTube (ahora en manos del gigante Google) es el caso paradigmático. Es un buen ejemplo de como un servicio gana valor al ser usado.
Contrariamente a lo que podría pensarse este servicio-infraestructura no pierde calidad o capacidad con el incremento de su uso: no se satura, no se agota. El usuario tiene a su disposición una solución inteligente, que funciona y es “gratuita”. El proveedor también gana, incluso “cediendo parte del control al usuario”. He ahí la “apertura”. Mínima, privativa en gran parte, pero apertura al fin.
Open Source o Código Abierto
Si ceder parte del control al consumidor/usuario es provechoso, ¿qué ocurre si ellos tienen todo el control?. La respuesta no está tan lejos: buceando en lo orígenes del auge de la apertura corporativa encontramos al llamado “Open Source” o Código Abierto.
Resulta sin duda un buen ejemplo que nos permitiría pensar si es factible un modelo donde el control se cede (distribuye) y el incremento en la calidad de los resultados efectivamente se da. Particularmente el “Open Source” es uno de los componentes tácitos que privilegian la oleada de apertura y desarticulación de los modelos clásicos de arquitecturas/negocios.
Muchos incluso caracterizan el nacimiento de este movimiento como la punta de lanza hacia esta particular tendencia de los espacios corporativos. Pero antes de profundizar en el “Open Source” y referirme a él como exponente máximo de la “apertura”, veamos en que consiste.
¿Qué es Open Source?
Primariamente el concepto de Open Source se aplica al software, programas de computadora; formalmente, esta instituido por la llamada OSI (Open Source Iniciative), la “Iniciativa” por la apertura del código del software.
Con apertura nos referimos, en este caso, a la publicación del código fuente de un programa. Esto es distintivo y diferente a la forma distribución de software “clásica” donde no se incluye el código, solamente el programa ejecutable.
La publicación del código representa su apertura, que en línea con lo dicho antes, representa un cesión del control a los usuarios. Precisamente, el control sobre el código fuente del programa lo cual significa el control del programa.
Open Source en práctica
En la práctica esto se trasluce como software/programas que cualquier usuario puede distribuir y mejorar. La cesión del control, de las fuentes, a los consumidores/usuarios, ha demostrado ser un método eficaz para brindar programas de calidad (a un costo reducido para estos).
La motivación para desarrollar software bajo la metodología “Open Source” esta emparentada justamente con las cualidades que le da su apertura.
Cualidades que tienen principalmente relación con las ventajas técnicas:
- Desarrollo más veloz
- Programas más seguros
- Mayor madurez del software
- Descentralización
- Interoperabilidad etc.
Nos encontramos nuevamente con la confirmación, esta vez de forma más concreta y rotunda, que las empresas que dan espacio de interacción a los consumidores obtienen resultados de calidad, económicos y redituables. La apertura de los modelos, negocios e iniciativas actuales en Internet contraen efectos positivos para las corporaciones y los consumidores tienen un margen de usabilidad, de servicio y prestaciones mas amplias.
Profundizando en las posibilidades de los modelos abiertos nos encontramos con el caso del Open Source, donde una mayor porción (o todo) del control esta en lo usuarios, los resultados son aun más ventajosos. Parece una negocio perfecto donde todas las partes salen beneficiadas.
Algunos cuestionamientos
¿Estamos entonces ante el nacimiento de una nueva era de bondades técnicas y económicas aseguradas por la tendencia a la propagación de modelos abiertos? ¿Es la panacea absoluta o acaso estamos olvidando algo en el camino? .
Quizás debamos seguir cuestionándonos este aparente modelo vanguardista, buscando respuestas en los espacios que parecen haber sido olvidados, o al menos no comentados, por los “modelos abiertos”. Para seguir buscando respuestas y encontrar más preguntas, profundicemos en los orígenes de la apertura.
Siendo esta sesión parcial y los resultados positivos, buscamos ejemplos de una de control aun mayor para verificar si la tendencia positiva (buenos servicios, buenos negocios) se daba. La corriente del software “Open Source” pareció ser la mejor respuesta. No satisfechos aun nos remontaremos, paradójicamente, a las fuentes del “Código Abierto”.
Software Libre
Históricamente, la OSI (Open Source Iniciative) surgió en los últimos años del siglo pasado. El objetivo de la iniciativa era definir y respaldar este modelo abierto de publicación y distribución de software donde las fuentes (control) eran también parte del paquete.
La definición no era original, el Movimiento del Software Libre (Free Software en inglés), anterior a la OSI ya había definido las características de “su” Software Libre. En aquella definición, la distribución de las fuentes era una condición necesaria.
La OSI, quien no ignoraba en absoluto la definición del Software Libre, se propuso tomar la definición original y reformularla conforme a sus objetivos.
La confusión entre Libre y Gratis
Su necesidad principal era llevar, el mencionado Software Libre, a las esferas donde no había podido acceder, principalmente la corporativa. El cambio del nombre tiene como motivo la polivalencia del término “Free” (Libre en inglés) que lo asocia tanto a “Libre” como a “Gratis”, el cual derivaba en una confusión y resultaba en problema a eliminar.
Mucha gente confundía la idea de libertad con la de gratuidad. La incorporación de “Open” (Abierto) pareció ser el mejor reemplazo. Fue entonces que, se busco deliberadamente quitar la “libertad” del discurso e incorporar la “apertura”.
¿En qué consiste el Software Libre?
El Software Libre, movimiento originario de las ideas antes comentadas, surgió hace casi 25 años. Su motivación, diferente al ulterior “Open Source” era la libertad. Dicha libertad consistía no solo en la libertad individual de poder acceder a las fuentes del Software, sino a la libertad colectiva de tener el control y compartir, como un bien social, los programas de computadora.
Esta libertad era mas amplia que una simple apertura: era en definitiva una posición frente a la restricción de privar a las personas del control y el conocimiento. Éste era su punto central, el “modelo abierto” en que se sustentaba tenia fines y objetivos de índole sociales-culturales, el aspecto técnico (central en la iniciativa del “Open Source”) era absolutamente secundario.
Podríamos tener algún programa de Software Libre que fuese técnicamente malo (como sucedió y sucede hoy en día) pero su libertad estaría asegurada. El resultado práctico de los efectos de la “apertura” sobre la “libertad” a corto plazo, es justamente: el surgimiento de “Modelos abiertos”, parte del control para los usuarios, corporaciones repensando sus esquemas de negocios. Un nuevo camino para el mismo objetivo: con o sin control para lo usuarios, el fin último es la ganancia y el fin comercial.
Si mañana los modelos abiertos dejan de ser negocio o la fiebre disminuye, la “apertura” no será tan provechosa. Esto es algo obvio para las corporaciones: Google y cia. persiguen obviamente la expansión de su capital privado que hasta hoy ha contentando los intereses de los usuarios particulares. No es nuestra intención cambiar esta lógica, “negocios son negocios”.
Sin embargo, el otro actor del vínculo corporación-consumidor, puede elegir si contribuir con este modelo o no. Como usuarios deberíamos preguntarnos: ¿que quedará para el bien común si “la apertura se cierra”? ¿dónde estará nuestra libertad entonces? ¿Son “los modelos abiertos” una panacéa absoluta o acaso estamos olvidando algo en el camino?
Intento con esto demostrar que lo superficial abunda y no es inteligente amarrarnos a ello sin más pensarlo. Si nos contentamos con el beneficio personal que hoy nos brindan las corporaciones impulsoras de estos movimientos, es posible que estemos olvidando muchas cuestiones de fondo.
Algunas conjeturas
Si solo se encuentran razones para esta tendencia en los aspectos prácticos, técnicos y comerciales; deberíamos reflexionar acerca que lugar ocupa lo social, cultural y lo colectivo. Finalmente si hacemos el camino recorrido en el sentido cronológicamente inverso arribaremos a algunas alarmantes conjeturas.
Antes de existir remotamente la posibilidad de los “modelos abiertos”, o la “apertura”, incluso antes de que los gerentes de venta comenzaran a imaginar que podría ser buena idea dar un servicio con mayor participación del consumidor, el Movimiento del Software Libre definió y dió origen al Software Libre. Aqui el control para el usuario era total, pero no solo era para el usuario particular: era un control colectivo impulsado en ventajas y valores morales, éticos y libertarios. Esos eran y son los principios innegocialbles del Software Libre.
Ulteriormente (15 años después) surgió la Iniciativa del “Open Source” quien adoptó y reconfiguró la idea del Software Libre para acercarlo al mercado corporativo. La medida singular fue acotar su visión y callar sus “valores innegocibles”.
El cambio, si bien resultó bastante exitoso, fue sin dudas un costo muy caro: Las corporaciones no querían oír de libertad, se suprimió y se implanto el término (laxo y ambiguo) “Abierto”. Primera alarma. Sin embargo el “Open Source” tenía (y tiene) efectos en la práctica casi iguales al Software Libre: cedía el control al usuario.
En conclusión
Esta tendencia de “apertura” se traslado a otros ámbitos, donde la participación del usuario genera valor (los ejemplos mencionados en el principio) pero sin embargo el control para estos es únicamente parcial. La adopción de los “modelos abiertos” y su absoluta vaguedad de definición (¿Cuán “abierto” es algo abierto? ) se presenta impulsada por el beneficio individual, privativo (no olvidemos que hablamos de corporaciones) y comercial.
Este traspaso histórico entre la fuerte presencia de valores propia del Software Libre hacia el acotamiento del “Open Source”, luego extendido a los actuales “modelos abiertos” donde el grado de libertad (en el sentido original definido por el Software Libre) es casi siempre nulo. Podemos decir que la legitima libertad de acceso y el control para los usuarios se ha visto acotada.
Inversamente, lo masivo y popular parece ser más expandido. La situación es compleja, pero parece que a medida que se expande esta metodología va perdiendo fuerza y sentido, en muchos casos pierde razón de ser, se desconecta de sus motivaciones originales y en muchas veces termina revirtiéndose para terminar siendo un “modelo privativo”.
Este artículo ha intentado ser, deliberadamente, un viaje desde el presente hacia el pasado, desde el desenlace hacia el principio. Considero personalmente valioso detenernos y mirar el camino recorrido para repensar si en medio de la vorágine del progreso no hemos perdido de vista el origen y los principios fundamentales que constituyeron la iniciativa abierta de Internet, los cuales como sociedad deberíamos tener presentes más que nunca.
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Excelente artículo, por eso digo (mejor dicho, cito):
“di Software Libre, eso dice que la Libertad importa”.
Éxitos.
[…] a medida que el proyecto toma mayor fuerza con la ayuda de varios desarrolladores de la comunidad Open Source que revisan y agregan nuevas capacidades al […]