Nuevas tendencias en el mercado editorial: El futuro del libro (I)
La invención de los libros digitales es reciente y apenas comienza a ganar adeptos. Existe una renuencia generalizada a su uso por dos razones principales: 1) el romanticismo de leer el papel y de experimentar las sensaciones que los libros digitales muy fríamente se resisten a provocar en el lector y 2) porque aún muy pocas personas han tenido acceso a los dispositivos digitales que permiten que la lectura de textos digitales se asemeje cada vez más al método tradicional.
La destrucción creativa es un término acuñado por Joseph Schumpeter que básicamente explica que la innovación que trae consigo la fabricación de nuevos productos tiene como consecuencia inevitable la destrucción de viejos modelos de negocio. El negocio de la publicación de libros no es la excepción y me pareció importante discutir varios de los aspectos que influyen en ella. Por lo mismo y porque es un tema que da bastante para hablar, les voy a presentar este análisis en varias partes para que sigamos con el diálogo.
Una panorámica del mercado
Si es necesario dar un estimado del tamaño del mercado de la publicación de libros, una tarea difícil, voy a utilizar la referencia que Albert Greco hace en su libro The Book Publishing Industry. En él, calcula que dicha industria alcanzó la magnitud de $65 miles de millones de dólares en 1993. Si consideramos que el dato proviene de hace 16 años, nos daremos cuenta de que el mercado es grande.
El proceso de producción es extenso y bastante detallado, pero por economizar recursos y tiempo aquí diremos que el libro atraviesa cinco instancias para llegar de su autor al consumidor final, el lector.
- El agente, quien cobra una comisión solo por buscar un
- Editor, que se encarga de procesar la obra y pulirla hasta entregar un producto final, que necesariamente debe pasar por
- La imprenta, que luego de cumplir con su función entrega el producto al
- Distribuidor, que se encarga de repartir los libros entre los distintos puntos de venta.
- Las librerías, que venden el libro que tu entras a buscar y por el que pagas una cantidad que se reparte entre todos los anteriores.
El pastel se reparte de la siguiente manera, segun un estudio de iReaderReview:
Hablando con cifras en bruto y aproximadas, al autor le toca un 10%; al editor, un 30%; a las imprentas y distribuidoras les queda alrededor de 10% a cada una y a las librerías, un 40%.
El inicio del fenómeno
Hace más o menos de una década, inició el fenómeno de Amazon como el mayor vendedor al por menor en Internet y muchas empresas cayeron en su jueguito. Sin embargo, llegó el día en que Jeff Bezos se dio cuenta de dos cosas muy importantes:
1. Su método de distribución a través de bodegas era casi tan costoso como tener tiendas en las calles principales de las ciudades más importantes.
2. Dado que el producto final resulta ser un objeto físico, a los clientes aún les gustaba la idea de ir a una tienda a buscarlo. Esto en el caso de los libros, obviamente.
Bueno, al final de cuentas Amazon logró modificar su método de operaciones y el comercio en línea les funcionó. Sin embargo ahora veremos tres fenómenos que colisionarán al unísono y que vendrán a modificar el panorama del mercado de libros:
La digitalización y el archivo de Google Book Search
Este servicio ha desatado buena controversia y ha alcanzado ya una magnitud impresionante. En 2008, el stock de libros sobrepasó la marca de los 7 millones y hay tres tipos de información disponible en el servicio:
- Libros del dominio público que ya no son accesibles o que ya no siguen en impresión. Estos son útiles para investigaciones y pueden ser descargados fácilmente. Este rubro ha representado un costo considerable para Google y no parece que sea una opción vender este contenido como plataforma para publicidad, por lo que asumimos que esta es una iniciativa sin fines de lucro.
- Libros que ya no están siendo impresos pero que aún tienen derechos de autor vigentes. Este rubro fue el sujeto de la acción legal que fue emprendida por el Gremio de Autores y la Association of American Publishers y que llegó a una resolución en octubre del año pasado.
- Libros que han sido escaneados por unos 20,000 editores asociados y que han sido enviados a Google. La esperanza de estos editores es que el tráfico que recibe Google ponga los extractos escaneados en contacto con potenciales compradores.
Lo que probablemente no podrás encontrar es el típico best seller y la novela de aeropuerto. Google está, por el momento, realizando lo que mejor sabe hacer: dirigir el tráfico en la web.
El aporte de los E-books o libros electrónicos
Con el Kindle, Jeff Bezos de Amazon finalmente pudo deshacerse de las bodegas y camiones repartidores. Aún trabaja con los principales editores y lo que intenta hacer es lo mismo que Steve Jobs hizo con el iPod de Apple: obtener las ganancias a través de la venta del dispositivo.
Las alternativas al Kindle existen, pero existen de la misma manera que las alternativas al iPod y al iPhone: como alternativas únicamente. La idea de Amazon es lograr que su dispositivo se coloque hasta arriba en el mercado y hasta ahora, lo han logrado.
¿Cuáles son los efectos del Kindle? (O los que debería tener en poco tiempo)
En primer lugar, el servicio debería ser más barato porque representa un costo menor, pero los consumidores aún no han obtenido ese precio más bajo aunque no dejan de pedirlo.
Los autores de los libros deberían tener una porción más grande del pastel de la que actualmente reciben. Eso porque con los ebooks se elimina de un tajo a la imprenta, el distribuidor y la tienda. El problema aquí es que lo más probable es que Amazon quiera quedarse con las porciones de esas instancias y que a los autores y a los editores no les quede nada más de lo que ya recibían. No creo que ellos estén muy felices si eso pasa.
Print on Demand (POD)
Este fenómeno conocido como impresión bajo demanda es un método que se utiliza para imprimir un número determinado de ejemplares utilizando tecnología como impresión offset, que permite que sea económico imprimir bajas cantidades de libros, algo impensable hace un par de años.
El POD surge como una respuesta a la renuencia del público frente al Kindle. Al final del día, no todos quieren pagar $400 por uno y menos cuando los ebooks no son significativamente más baratos que las versiones impresas. A esto agreguémosle que hay muchos títulos que aún no están disponibles y muchos otros que no son aptos para el dispositivo porque tienen muchas imágenes de alta resolución o cualquier otro motivo.
En términos generales, estos intermediarios les permiten a los autores vender un libro a la vez y sin ningún requerimiento de inversión inicial ni de compra mínima por parte de tu público. El lector, por su parte, no nota la diferencia.
Si aún no los has conocido, te recomiendo que explores un poco estos dos intermediarios de POD: Lulu y Blurb, que han explotado todos los recursos de la web para llevar este nuevo fenómeno a dimensiones sin precedentes.
Te recomiendo estar pendiente del próximo “capítulo”, donde vamos a profundizar sobre el efecto que tendrían los ebooks sobre cada una de las partes: autores, editores y, lo que más nos interesa, lectores.
El libro como tal NO va a desaparecer. Claro que siempre habrá nuevas formas de acceder a ellos y a su información. Por ejemplo, el video nos muestra una forma práctica y fácil de tener a la mano, los contenidos de la biblioteca, pero nada, supera la experiencia de ojear las página de un buen libro.
Me permito citar una frase que encontre en el twitter del gran Gabriel García-Marquez (@elgabo): “Por allí vi un aparatito con pantalla en el que alguien podía leer todos mis libros. No huele. No suda. No mancha. Es una…”. Viniendo de un premio nobel de literatura, creo que la opinión merece respeto.
En lo personal, yo que vivo lleno de tecnología, he podido comprobar que por ejemplo, la computadora no puede superar al libro y el tablero, cuando me pongo a estudiar ajedrez (deporte que he practicado casi toda mi vida).
En programación, cuando quiero referencia rápida, un PDF está bien, pero si de aprender un nuevo lenguaje se trata, prefiero hacer el gasto y dedicarme a leer cómodamente en un sofá. Además, he encontrado que con la dependencia de MSN, twitter y otras cosas, la PC esta llena de distractores que no permiten una sana lectura.
Pero bueno, no estoy en contra tampoco de nada, me encanta que existan cada día formas innovadoras de acceder a la información y sobre todo, que en un aparatito pueda llevar cualquier cantidad de libros que llenarían más de una mochila.
Los espero en mi blog: http://attakinsky.com/
@attakinsky, me gustaría preguntarte algo ¿has utilizado el kindle o cualquier otro reader diseñado para leer? porque tu dices que la experiencia no se compara al leer en computadora y en eso estoy de acuerdo, pero muchas personas no aceptan la idea de la digitalización porque simplemente no han tenido la experiencia de probar los dispositivos diseñados para la lectura y no me refiero a las computadoras.
Claro que los libros no van a desaparecer, pero el artículo y vídeo se refieren a las “impresiones” del texto, no a que el texto desaparecerá. El tema da para muchas opiniones y me encanta ver que quienes les parece mala la idea, son aquellos que han tenido la experiencia del libro, pero creo que las nuevas generaciones que no tendrán la añoranza se adaptarán más rápido. Sigamos con el debate que es fascinante! 😉
Como lector de libros impresos y digitales puedo opinar con algún grado de balance en torno a tu tema Stephanie, que como tú bien dices dá para mucho. Los libros digitales nos dan muchas ventajas sobre todo las relacionadas con la movilidad, ya que en un pequeño dispositivo, sea este el que sea (kindle, ipod, iphone, smartphone, etc) podemos llevar el libro que estamos leyendo o bien varios libros. En mi caso, leo en el gimnasio y he visto a otros haciendo lo mismo con un libro impreso y la verdad es que tiene muchos problemas, yo tan solo pongo el smartphone sobre la maquina y le doy avance continuo y voilá a leer al menos 45 minutos. Entonces puedo agregar a la portabilidad y a la cantidad de libros que llevamos con nosotros, la ventaja de leer casí en cualquier lugar en condiciones ergonómicas. Creo firmemente que los libros digitales constituyen un gran paso para la democratización del conocimiento, unido a esto claro viene el problema de cuando se tienen opciones, entonces ¿cuál libro leer?, pero ese es otro tema. Por cierto hoy pensaba que ante esta disyuntiva, yo prefiero un solo libro maldito a cien libros cualquieras. Buen artículo Stephanie.
@jeanfer Esta es una de las muchas ventajas que estos nuevos dispositivos nos ofrecen y como tu dices, la “democratización” del conocimiento vendrá pero para ello necesitamos que los precios bajen. Por el momento, Amazon mantiene el control y el favor de la mayoría de los usuarios. El Kindle es como el iPod, que no son los mejores de su categoría pero sí los más buscados. No nos olvidemos que un monopolio como ese le hace mucho daño, no sólo al mercado, sino a los mismos consumidores.
Si, si he tenido la oportunidad de leer en ese tipo de dispositivos, pero como te digo, me parece algo practico como para material de referencia o textos similares. Pero si es una novela (literaria no de TV) perefiero hacer el gasto y comprar el libro. Como decía antes, no estoy en contra y el ejemplo de la biblioteca me parece perfecto como un medio no solo más práctico de acceder a la información sino por su toque ambiental, pues no hay impresiones, como dices tu, o fotocopias. Ahora bien, el artículo completo me encanta y me entusiasma mucho. Espero que un día la cultura de lectura (por cualquier medio) se asiente en nuestro país, pero antes habría que cambiar muchas cosas.
Los espero en mi blog: http://attakinsky.com/
Primeramente felicitar a Luis por tan excelente artículo 😀
Sinceramente no soy de los que lee libros impresos, si he leido 2 libros completos (impresos) en toda mi vida es mucho 😀
Personalmente prefiero los digitales porque son más varatos, porque no veo el grosor del libro el cual siempre me ha asustado y además de que prefiero dar un par de clicks en lugar de ir a una librería.
No puedo decir que soy de las “nuevas generaciones” pero si puedo decir que dependo mucho de la tecnología en muchos aspectos de mi vida, incluyendo la lectura de libros digitales ya que todos los días estoy leyendo libros (digitales) de temas muy variados (Tecnología, Religión, Herramientas de programación, etc…)
Por cierto que estoy tentado a comprar hoy el nuevo libro de John Resig y aprovechar el 50% de descuento que están dando en “Manning Publications Co” (http://www.manning.com/resig/).
Saludos
@luis eduardo barrueto: excelente articulo, te felicito, me llamo mucho la atencion ya que hace unos meses me toco dar una charla sobre el kindle y lo que dices es verdad, sumandole a esto que va pasar mucho tiempo antes de que el kindle se venda en latinomerica, porque cualquiera lo puede traer de USA, pero donde compraria los libros? (segun tengo entendido este dispositivo no tiene wifi, para comprar los libros lo hace a traves de la red celular)
@Attakinsky: Lo que dices tiene mucho de sentido. Hay una tendencia actual que nos dice que es común que la gente utilice ebooks y textos digitales como material de referencia, pero es bastante raro que leas una novela entera desde tu computadora. El papel no desaparecerá por completo, pero los usuarios sí empezarán a ser más selectivos con lo que imprimen y lo que no.
@Crysfel: Muchas gracias y que bueno que ya te estés montando a la ola de la digitalización.
@Santiago Bernal. Muchas gracias. Justo con respecto al tema que traes a colación en tu comentario, te animo a esperar la tercera entrega de esta serie, porque allí analizo los dispositivos por separado. Y el Kindle tiene la debilidad de estar destinado al mercado estadounidense.
“Libros que han sido escaneados por unos 20,000 editores asociados y que han sido enviados a Google. La esperanza de estos editores es que el tráfico que recibe Google ponga los extractos escaneados en contacto con potenciales compradores.”
Realmente ésto es la bella polémica polémica que la red propone en cuanto a industrias artísticas y/o creativas.Es éste el debate.
[…] por estructuras optimizadas para la información digital. Esto, viene de la mano con las tendencias en el mercado editorial, que claramente nos dicen que ya no es tan difícil, complejo ni tan costoso hacer que el público […]
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